En los hornos suenan alarmas, en los obradores se ajustan recetas, y en los despachos se toman decisiones. Pero entre la harina y la estrategia, hay una figura que conecta todos esos mundos: el asesor técnico.
Una figura muchas veces invisible, pero clave. Un eslabón que une conocimiento, experiencia y visión de futuro.
Porque ser asesor técnico no se aprende en un manual. Se llega tras años de vivir el oficio con las manos, con el olfato y por qué no decirlo con el corazón. Es haber estado en decenas de obradores, haber cometido errores, haber probado soluciones, haber sentido el calor del horno y la presión del cliente.
Muchas veces me siento, salvando las distancias, como un médico:
Cuando me enseñan un pan, no necesito mucho para intuir qué ha fallado. Lo observo, lo toco, lo parto, y ya tengo una hipótesis bastante clara. La prueba como en la medicina solo sirve para confirmar lo que ya sospechas. Eso no se improvisa: es experiencia convertida en intuición.
Hoy, el asesor técnico es mucho más que un solucionador de problemas.
Es quien adapta recetas a nuevas harinas.
Es quien ajusta procesos para lograr una bollería más estable sin perder su alma artesanal.
Es quien forma a los equipos y los acompaña en su día a día.
Es quien traduce necesidades empresariales en resultados tangibles en vitrina.
Y sin embargo, no siempre se entiende ni se valora este rol como merece. Lo sé porque he escuchado a más de un empresario decepcionado tras haber contratado a un “experto” que prometía mucho y no aportó nada. Y es normal que surjan dudas, que se cuestione si vale la pena invertir en asesoramiento técnico.
Por eso dejo esta reflexión abierta, especialmente dirigida a quienes gestionan equipos, producción o empresas del sector:
🔹 ¿Qué valor tendría para tu negocio contar con alguien que no solo entienda la técnica, sino también el lenguaje del obrador y de la empresa al mismo tiempo?
🔹 ¿Y si en lugar de una solución genérica, recibieras un acompañamiento adaptado a tu realidad, tu producto, tus personas?
Porque el futuro del pan no se hornea solo.
Se piensa, se afina, se acompaña.
Y a veces, solo hace falta encontrar a la persona adecuada para ayudarte a hacerlo mejor.
👤 Sobre el autor.
Ángel Ortiz
Asesor técnico en panadería, bollería y pastelería. Con más de 40 años de experiencia en el oficio, acompaño a empresas del sector en la mejora de sus procesos, productos y equipos. Amante del buen pan, de las masas vivas y del aprendizaje constante.
#panadería #bollería #asesoríatécnica #industriaalimentaria #consultoría #oficiopanadero #ÁngelOrtiz #experienciaconvalor