Lo que la IA aún no puede hacer: oler un pan o degustarlo
En estos días todos hablamos de inteligencia artificial. Se escribe de todo: desde cómo va a transformar empresas, hasta cómo podría sustituir profesiones enteras.
Yo pienso lo siguiente:
La IA podrá calcular fórmulas, ajustar temperaturas o hasta recomendar ingredientes.
Pero todavía no ha aprendido a oler una masa madre o una masa en fermentación, a degustar sus increíbles sabores, a sentir con las manos la tensión de un pliegue, la elasticidad de una masa, ni apretar un pan y sentir el sonido de su crocancia.
En la panadería y bollería, la experiencia no se improvisa. Se construye con años de trabajo, dormir poco, levantarse muy pronto, de hornos encendidos, con errores que se corrigen a golpe de prueba, y con esa sensibilidad que ningún algoritmo puede replicar.
La tecnología es una gran aliada, sí. Nos ayuda a avanzar y a ser más eficientes. Pero nunca debe hacernos olvidar lo esencial:
👉 El pan perfecto no sale de un software, sale de un obrador donde hay criterio, conocimiento, arte, experiencia y pasión.
Quizás el futuro sea una mezcla de ambos mundos: la IA haciendo números… y el panadero o pastelero asegurando que cada pieza tenga alma.
Y mientras tanto, yo sigo en lo mío: amasando, oliendo, corrigiendo y compartiendo lo que he aprendido en todos estos años.
Porque el pan, al final, sigue siendo un oficio de personas y eso es irremplazable.
#panadería #bollería #pastelería #angelortiz #asesoramientotécnico #innovación #inteligenciaartificial

